El nuevo cardenal de Venezuela fue formado por los Eudistas
Hace
pocos días, el papa Francisco nombró a Monseñor Baltazar Porras como cardenal.
Esta noticia llenó de alegría al pueblo venezolano. Después de investigar
algunas publicaciones en Internet se pudo deducir que el obispo había estado en
las filas de los Eudistas. Pero, ¿había algo más? ¡Sí! El cardenal escribió un
artículo sobre la historia eudista en ese país y se reconoce formado por ellos.
A
continuación, les presentamos el escrito, fechado el 20 de diciembre de 2014 y
publicado por el periódico El Universal:
El
8 de diciembre de 1924, hace exactamente noventa años, llega a San Cristóbal,
el P. Pedro Buffet, de la Congregación de Jesús y María, padres eudistas. Será
el primer rector del nuevo seminario menor que bajo la advocación de Santo
Tomás de Aquino, abrió sus puertas en tierras andinas. Se inicia así, la
presencia de los hijos de San Juan Eudes en Venezuela, procedentes de la
hermana república de Colombia, donde regentaban desde finales del siglo XIX
varios seminarios diocesanos.
La
formación sacerdotal en Venezuela, se circunscribió hasta entonces, a los
seminarios de Caracas y Mérida. Las disposiciones de entonces concentraban en
la capital la formación sacerdotal para los estudios de filosofía y teología,
bajo la égida de los padres jesuitas que una década atrás se habían hecho cargo
del seminario caraqueño. Con la creación de las cuatro nuevas diócesis en el
país (San Cristóbal, Valencia, Cumaná y Coro), las circunscripciones
eclesiásticas llegaban a diez. El interés por promover las vocaciones hizo que
pronto surgieran varios nuevos seminarios menores en San Cristóbal, Maracaibo,
Valencia, Calabozo, Cumaná y Guayana, a los dos ya existentes.
Los
padres eudistas se afianzaron en el occidente del país, primero en el Táchira,
luego en Maracaibo y Mérida, abriendo casa propia de formación en La Grita
(1934) en el seminario de Kermaría. Como ha sido tradicional, el occidente
venezolano ha sido el más abundante en vocaciones al sacerdocio. Uno de los
carismas fundacionales de los eudistas ha sido el dedicarse a la formación
sacerdotal. Los primeros sacerdotes eudistas nativos procedieron todos del
tronco andino: Miguel Antonio Salas, Helímenas Rojo, Alfonso Monsalve, Nicolás
Bermúdez, Luis Alfonso Márquez, entre otros.
Años
más tarde, en 1954, se hicieron cargo del Seminario Interdiocesano de Caracas,
pasando a ser junto con los padres paúles, las dos congregaciones que tuvieron
a su cargo la formación presbiteral en la primera mitad del siglo XX, luego que
los jesuitas al cabo de cuatro décadas entregaron el vetusto seminario
caraqueño. Buen número de sacerdotes pasamos por sus manos, recibiendo
formación de los eudistas franceses, colombianos, canadienses y venezolanos.
Luego
del Concilio Vaticano II (1962-1965), comenzó el traspaso de los seminarios a
formadores diocesanos; y, en la actualidad, prácticamente todos los seminarios
están en manos del clero secular, ayudados en algunos casos con presencia de
formadores religiosos. Al llegar los padres eudistas a los noventa años de presencia
en nuestro país, otro de sus carismas, la misión, toma mayor impulso, y es
parte fundamental de su actual acción evangelizadora.
Mérida,
y su provincia eclesiástica, han contado con los hijos de San Juan Eudes a lo
largo de todas estas décadas, siendo parte fundamental de la espiritualidad
sacerdotal y del impulso misionero de los laicos a ellos afiliados. Damos
gracias a Dios por el vigor de su carisma que ilumina y guía el crecimiento de
la fe cristiana en nuestro pueblo.
Fuente
principal: El
Universal.
H.
Flórez P.
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